Enrique Dau Flores

por Emiliano Rodríguez Briceño
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El ingeniero Dau se ha ido. Todavía me parece increíble. Los hombres como él no deberían poder irse por la falta que nos hacen. Quiero escribir algo y me siento impotente. Muchos panegíricos se harán seguramente de un hombre como él. El primero y más sentido seguramente, el de su hija al final de la misa de cuerpo presente.

Al escucharlo, al darles el pésame, al ver a Doña Hermila acompañando el féretro, sentí multiplicarse mi dolor. Un dolor prestado porque nunca podría ser como el de su familia, el de los que vivían todo el tiempo cerca de él y para quienes el ingeniero representaba un eje, un apoyo vivo y permanente y disfrutaban de su presencia.

Al estar en la misa, un poco de lado y sin ser creyente, sentía mi dolor robado, un dolor que es solo de ellos por derecho. Y de sus amigos más cercanos, pienso en Salvador, quien lo acompañaba todo el tiempo y en cualquier tarea.

Mi pésame Salvador, tu mundo es seguramente más pequeño hoy. El de todos lo es, pero es indiscutible que para ti y sus amigos que lo rodeaban y se apoyaban tanto en el ingeniero, lo es en mayor grado.

Al sentir su pérdida, mi memoria trae los encuentros, los detalles, sus palabras y sus acciones, su generosidad que era como la de Jesús, que hacía el bien a quien solo rozaba su túnica. Me fui a León por la invitación de otro entrañable amigo, pero puso su silencioso empuje que me llevó a la vicepresidencia de ANEAS y a otros niveles.

Recuerdo verlo en su calvario del penal, cuando nosotros que íbamos a visitarlo para demostrarle nuestro apoyo, salíamos fortalecidos por su entereza. Nos levantaba el ánimo “– No se preocupen, esta es mi trinchera en este momento. Ustedes luchen en la suya. México nos necesita a todos. Vendrán mejores tiempos y otras luchas- “

Su gran amor por México siempre me inspiró y en algún momento de cercanía, lo comentamos con Doña Hermila, en esos momentos amargos de no tenerlo cerca.

Tenía por el ingeniero un gran afecto, más allá de la mera lealtad al jefe y estoy seguro de que en alguna medida el también me apreciaba, aunque fuera demasiado arisco para sus maneras. Recuerdo en una ocasión que Salvador me reprochó “- ¡Cómo te atreves a decirle eso al ingeniero! – “.

Mi impaciencia exigía más del hombre grande, porque sabía que podía darlo.

“- No te desesperes. Hay que saber esperar que se presente el momento adecuado, aunque también se debe saber como provocarlo. -“

Era su consejo cuando le comentaba las barreras que estorbaban nuestro paso. A veces también aprovechaba esa claridad y atrevimiento para decir las cosas y me empujaba a decir lo que no todos querían hacerlo.

Tantos recuerdos, tantos momentos, tantas enseñanzas. Una figura difícil de olvidar. Una influencia a veces irresistible que genera este dolor robado que guardaré y usaré para ser mejor y no dejarme ser aplastado en los peores momentos.

Para terminar lo que no debe acabarse, usaré la canción de Patxi Andión:

“Y no quisiste jamás
salvarte solo,
porque no hay salvación – decías –
si no es con todos.

No sabes de venganzas
ni de desquites.
Gorrión que cantó siempre,
aún sin alpiste.

Eres como la sangre,
eres el aire,
la mar, la barca, el remo
y el navegante;
timonel de mi alma,
más que nadie…
y aún eres muchas cosas más
que me callo y me callan…”

Gracias ingeniero.

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3 comentarios

Paco Muñiz 10 octubre, 2020 - 9:00 pm

En paz descanse el Ing. Enrique Dau Flores.
Mi más sentido pésame a familiares y amigos.

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Rosa Sanchez Castellanos Iturbe 11 octubre, 2020 - 9:30 pm

Desafortunadamente no tuve la oportunidad de convivir con el Ing. Dau, pero siempre supe que era un gran hombre por la forma que el Ing. Emiliano se expresaba de el. La comunidad de los trabajadores del agua tiene una gran pérdida, descanse en paz Ing. Dau.

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Enrique Ismael Guzmán Ortega 12 octubre, 2020 - 3:06 pm

Como tantos, le debo mucho al Ing. Dau, en lo profesional pero más en lo personal. Agradezco a la vida la oportunidad de haberme cruzado en su camino, de haberlo conocido, de haberlo tratado, de haberlo acompañado en algunos proyectos.
Espero que el mejor homenaje que podamos brindarle, es seguir en la ruta de amor a México y del compromiso que tenemos para con el sector agua y el servicio a los demás.
Hasta siempre Ing. Enrique Dau Flores

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