Un intento más

por Emiliano Rodríguez Briceño
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Por un tiempo abandoné reflexiones y experiencias. Me ofrecieron una asesoría a un organismo de agua, al que algunos amigos fueron invitados a trabajar, formaron un buen equipo e intentaron el arduo sendero de poner a flote un barco que hacía agua por todos lados y sin un flujo de recursos que permitiera su reparación y garantizar su sustentabilidad en la incertidumbre en la que navegan todos los organismos operadores de agua potable y saneamiento del país, con muy pocas y honrosas excepciones.

El compromiso del trabajo emprendido, el tener nombre y apellido del paciente y el enrarecimiento del clima político, aunque sugerían experiencias de todo tipo dignas de poner en blanco y negro, me hicieron caminar en silencio, uniendo mis modestos esfuerzos al trabajo del equipo por avanzar como los salmones, en contra de la corriente con la esperanza de poner huevos que permitieran la supervivencia. Como planteaba el director en sus arengas semanales al equipo – No somos de aquí, probablemente no nos quedemos a vivir aquí, no nos llevaremos más que la satisfacción del trabajo bien hecho y probablemente, nuestro prestigio intacto -.

 La administración del organismo durante los años anteriores dejó caer en forma sensible la eficiencia en casi todos los aspectos y si bien la administración del equipo luchó en todos los frentes por generar un cambio radical en beneficio de los servicios a la población del área interurbana de la capital formada al menos por tres municipios, la tarea es de largo plazo y requiere de una inversión no recuperable sustancial debido a sus rezagos para garantizar la sustentabilidad del organismo, por lo que, en muchas recomendaciones sobre las acciones a tomar, aun contando con recursos suficientes, muchos de los tiempos no pueden reducirse pero, si los recursos son limitados a las posibilidades del propio organismo, muchas de las recomendaciones deberán esperar para ser llevadas a cabo aunque la administración sea consistente en mantener el rumbo.

El binomio insustituible de tiempo y recursos parece ser incomprensible para los políticos. La eficiencia y eficacia aun en el más alto nivel no generan recursos per se, los ahorran, los optimizan, pero ante rezagos que no se solucionan, en una empresa equivale a la quiebra ante la que la eficiencia resulta ineficaz. El tiempo por su parte no es cosa de voluntad o magia, un pozo no entrará en operación en menos de tres meses en el mejor de los casos en la altiplanicie. La construcción de una red primaria no se acorta por muchos recursos que se dispongan. El rezago de renovación de drenaje que ha llegado al extremo de socavones y hundimientos de vías públicas requiere de recursos, tiempo y comprensión de autoridades y sociedad.

Las tarifas por los servicios son imposibles de llevarse a niveles reales de autosuficiencia para operar y cubrir los rezagos de mantenimiento, rehabilitación y sustitución de obra obsoleta. Pero si además no se atreven o no se puede subirlas a niveles de cobertura de costos de la operación y para mantener la situación actual, entonces se enfrenta una debacle que es crónica anunciada. Esto se reflejó a lo largo de las acciones promovidas durante el año, de lo que planteo una síntesis.

Durante el proceso de planeación desde fines de un año antes y que se plasmó en la presentación del Plan Estratégico, se hicieron una serie de recomendaciones para dar seguimiento e instrumentar el Plan de manera que se mantuviera vigente y actualizado:

La planeación debe aterrizarse fundamentalmente en dos elementos indispensables, por una parte, una serie de proyectos estratégicos a cargo de las diferentes áreas funcionales de la institución, los cuales deben elaborarse por los diferentes responsables y que tienen como objetivos concretos los planteados en forma general en el Plan Estratégico, con metas, acciones y presupuestos que tienen su expresión presupuestal anual y las metas a alcanzar en el período fiscal correspondiente. A este respecto se elaboraron los formatos correspondientes para su elaboración y tener la posibilidad de darles seguimiento.

Por otra parte, el proceso de planeación anual, conceptualizado en forma general en la propia presentación del Plan Estratégico debe comenzar anualmente de forma ideal durante el mes de septiembre con una revisión de todos los aspectos del Plan Estratégico, validar sus planteamientos y hacer los ajustes pertinentes a la luz de las metas alcanzadas y por alcanzar durante el ejercicio. Determinar los recursos con los que se estima contar el siguiente período y priorizar su ejercicio para atender en primer lugar los egresos indispensables de operación y distribuir lo restante entre los proyectos estratégicos, atendiendo a su necesidad y avances alcanzados. Este ejercicio de planeación requiere de la participación de toda la alta y media gerencia, sin dejar de lado que los objetivos de la institución son más importantes que los de cada área.

El ejercicio de la asesoría en las diferentes áreas permitió constatar que, como se asienta en el análisis FODA, la influencia del entorno político generaba una gran falta de certeza en cuanto a los recursos posibles de adquirir, lo que presiona el ambiente de trabajo sin permitir el ejercicio de una planeación efectiva por la inseguridad de contar con los medios y el personal necesarios, reduciendo las acciones a la atención emergente de los servicios, sin posibilidades de avanzar en el mejoramiento institucional y de la prestación de los servicios en forma consistente.

El sistema tarifario es demasiado complejo (a la fecha no se ha modificado) además de ineficiente. Además de tener tarifas para los diferentes usos, en cada uno de ellos se tienen tarifas mensuales, bimestrales y hasta trimestrales, adicionalmente a tenerlas para consumo medido y por cuota fija, permitiendo frecuentemente el tránsito de las cuentas de una tarifa a otra por cambio de uso o por solicitud del usuario.

La institución había emigrado de un sistema informático ya rebasado a un SAP que no dio los resultados esperados en eficiencia ni control adecuado de las operaciones. En ambos casos es evidente una programación con insuficiencia de procedimientos y recursos para conocer datos indispensables para el control efectivo y eficiente del proceso comercial, especialmente en los temas de facturación y cobranza. La utilización de una nueva plataforma para el sistema comercial que está en proceso para mejorar la situación existente, permitirá en el corto plazo mejorar el sistema tarifario y atender recomendaciones fundamentales que deberán hacerse en forma paulatina para no generar crisis en el proceso comercial de cara a la población.

Es necesario regularizar el sistema para tener solamente un período mensual de facturación, que se considera mucho más apropiado para el organismo y para los propios usuarios. Han existido voces que rechazan la facturación mensual, por lo que planteo la siguiente reflexión, ya hecha en un artículo anterior, pero que considero reiterar por formar parte en especial de este organismo operador. En los organismos que han adoptado el período bimestral, que indudablemente representa menos trabajo, también existe el procedimiento de lectura simultáneamente a la entrega del aviso de cobro del período anterior, con lo que el proceso de facturación dura todo el mes siguiente. Esto se empeora con que, en prácticamente en todos estos organismos, está establecido que solo se pueden hacer gestiones de cobro a los usuarios rezagados, hasta que se han vencido dos períodos de facturación.

El resultado del proceso descrito es que el agua que es entregada se registra hasta los dos meses después del consumo, se factura un mes después y aunque se rezague el pago, la gestión de cobro solo se puede comenzar hasta cumplido otro ciclo de tres meses, con lo que la cobranza no puede considerarse vencida hasta seis meses después de haberse consumido el volumen entregado. Esto representa que el organismo está obligado a financiar hasta seis meses de servicio, lo que económicamente es en demérito de la capacidad del organismo operador en su flujo de efectivo.

Independientemente de este financiamiento, el riesgo es que el adeudo vencido de un usuario, que ya es de seis meses, si se prolonga un poco más, se transforme en una cartera vencida de nueve meses que fácilmente puede convertirse en impagable para un sector importante de la población, impacta en el monto de la cartera vencida y fácilmente la lleva a niveles muy importantes mostrando una aparente ineficiencia del organismo operador.

Cuando se plantea a muchas autoridades locales la conveniencia de reducir la facturación a un período mensual, se da una resistencia que atiende a la suposición que ello representaría mayor trabajo y posible necesidad de más personal a lo que adicionan el argumento de que el cobro mensual perjudicará a la población de menores recursos por el pretexto, falto de sustento, de que se cobrará más y más seguido a la gente. El argumento es absurdo si se analiza adecuadamente el monto y los límites de consumo de la tarifa mensual. En cuanto al personal, un proceso de incremento de eficiencia en el sistema y programa de facturación reduce a un mínimo la diferencia de volumen de trabajo.

Pero un aspecto más importante es si el cobro mensual impacta desfavorablemente o no, a la población de menores recursos económicos. Estadística de FAMSA, la embotelladora de Coca Cola, revela consumo de refresco en las colonias más pobres que llega a litro y medio por día, por familia. Un breve análisis lleva a considerar que el monto de 45 litros al mes, o 90 litros bimestrales fácilmente rebasan el monto de las tarifas de servicios de agua potable de casi cualquier organismo operador. O sea, que la capacidad de pago de los usuarios probablemente esté muy subestimada. Y esto es cierto, pero solo desde una perspectiva estrictamente matemática. La otra perspectiva fue planteada en una mesa en una visita a Colombia, en la que el objetivo era el conocimiento del proceso de regulación de los servicios en ese país.

Y la perspectiva es muy simple: el análisis del flujo de efectivo familiar. Efectivamente mientras más bajo es el nivel socioeconómico de una familia, su flujo es mucho más acelerado. Quien percibe rentas, recibe recursos mensualmente o en períodos más largos. Quienes perciben un sueldo fijo reciben éstos, quincenal o semanalmente. Los sueldos más bajos son los que se perciben, normalmente con menor frecuencia. Las familias más pobres, la mayoría de ellas en la informalidad viven al día. Hay encuestas que muestran un consumo familiar diario de litro y medio de refresco. Cada día probablemente puedan comprar el litro y medio de refresco del recurso diario, pero sería imposible pensar que pudieran tener recursos para comprar bimestralmente 90 litros de refresco. Y en la misma escala, aun con salarios semanales o quincenales, no es fácil pensar que con cada percepción se guarde el equivalente para poder disponer bimestralmente del importe del servicio de agua. Por eso se rezagan en el pago y conforme aumenta el rezago se hace imposible cubrirlo aun cuando se les diera facilidades para pagarlo, lo que supone pagar el consumo actual, adicionado a los adeudos.

Lo anterior lleva a que mientras más frecuente se haga la facturación, es más probable que los usuarios en general puedan pagar el monto de los servicios en forma puntual. En Colombia estaban probando que los usuarios pudieran alimentar el pago a las tarjetas con cualquier cantidad en el momento en que dispusieran de recursos, llegando a pagar si era necesario, diariamente por el agua que necesitaran ¿dará resultado? La conclusión es que la facturación en menores períodos es más conveniente para permitir a las familias de menores recursos cumplir con sus compromisos de pago de los servicios y evitar el crecimiento de la cartera vencida que se torna fácilmente incobrable para amplios sectores de la población.

Por lo tanto, quedó la recomendación de que, con el nuevo sistema, se evolucione hacia un sistema tarifario general de período mensual.

Otro problema patente del sistema tarifario es el cobro de la incorporación de usuarios nuevos, sea a través de fraccionamientos, de terrenos aislados que nunca han sido conectados a los servicios o de predios que cambian su estructura de consumos, a los que se cobran derechos de conexión en varios renglones de consideraciones, muy complicados de aplicar e incluso de entender y sin que su monto guarde relación con el objetivo de los derechos de conexión.

El marco legal de los servicios de agua potable y saneamiento del estado y que aplica al organismo operador, está centralizado en la Ley de Aguas del Estado y legislación derivada de nivel estatal en cuanto a las cuotas y tarifas y a la forma de presentar sus estudios.

Esto presenta dos problemas, por un lado, la Ley del Agua contiene disposiciones de tipo reglamentarias que llegan al nivel de organización de los organismos municipales y cierra las posibilidades de cualquier modificación a tener que solicitar revisiones por parte del congreso de los términos de la Ley, en lugar de hacer ajustes a un reglamento que sería mucho más sencillo. Por otra parte, gran parte del contenido de la Ley corresponde en realidad a reglamentación de índole municipal por tratarse de servicios totalmente de índole municipal. Las tarifas, por ejemplo, corresponden a la ley de ingresos de cada municipio. Un ejemplo es el caso del organismo intermunicipal de la zona metropolitana de Guadalajara en que se aplica la ley de ingresos de cada uno de los municipios que lo componen. Además, las características de los servicios deben formar parte de la reglamentación municipal, tomando en cuenta que los municipios, si bien del mismo estado, tienen características propias en muchos casos y es una facultad inherente a su facultad constitucional. Sin embargo, como en el caso de la planeación, el entorno político social dificulta el cambio de paradigmas que facilitarían el trabajo del organismo operador y que le permitirían ser más eficiente.

En este mismo rubro, como mencionaba párrafos arriba, está el cobro de los derechos de la incorporación de usuarios nuevos, sea a través de fraccionamientos, de terrenos aislados que nunca han sido conectados a los servicios o de predios que cambian su estructura de consumos. Estos derechos deben ser recursos que permiten al organismo el crecimiento de la oferta de servicios sin que se deteriore su suficiencia por la distribución de los servicios a nuevos usuarios que se incorporan si no se incrementa la capacidad. Sin su cobro efectivo y a costos reales, la capacidad del organismo operador se verá comprometida en el mediano plazo. El monto de estos derechos, independientemente del nombre con que se especifiquen, debe corresponder al costo marginal del crecimiento de la capacidad de prestar los servicios y debe hacerse efectivo previamente a la conexión que permita el servicio a nuevos usuarios o al aumento de su demanda.

Un problema recurrente que se ha presentado a la administración ha sido la forma de convenir con los fraccionamientos el monto, oportunidad, alcances y condiciones de pago de los derechos y la incorporación de los predios a los servicios a cargo. El tema se discutió con la dirección jurídica y se presentó a su consideración una serie de requisitos que deberían de contener los convenios y con los cuales se recomendó debería formularse un convenio tipo autorizado y obligatorio, para evitar en el futuro las dificultades y malentendidos con los fraccionadores, existentes de tiempo atrás.

Algunas de las recomendaciones y conclusiones anteriores fueron incluidas en la redacción de las propuestas de modificaciones a la legislación presentadas al consejo de gobierno, pero sin que se incluyera una propuesta de modificación a la estructura tarifaria para soportarla en el costo medio de los servicios y un régimen de subsidios más claro atendiendo a los estratos socioeconómicos preferentemente, en lugar de basarlos simplemente en la estructura de consumos que no beneficia en forma clara y eficaz a los más necesitados, como se establece en el texto de la Ley de Aguas vigente. La única modificación a la estructura incluida es la que trata de suprimir los saltos entre rangos de consumo y queda pendiente de su aprobación lo que resulta difícil, dadas las condiciones del entorno político social, como ya se ha mencionado.

Otra recomendación planteada, pero que desde su primer análisis quedó fuera de consideración por las condiciones del entorno político citadas, es la de solicitar al congreso local el respeto completo a las facultades municipales, mediante la entrega de los servicios operados por la CEA y que en derecho corresponden al organismo operador intermunicipal y que apoyarían en forma significativa su posibilidad de autosuficiencia. La estructura tarifaria de subsidios cruzados como la que se pretende manejar, está basada en que los grandes usuarios, sobre todo industriales, contribuyan a soportar económicamente a los usuarios domésticos, prácticamente subsidiados en su totalidad. Las tarifas industriales son significativamente más altas, pero casi la totalidad de esos usuarios están en áreas operadas por la CEA, la que cobra con las tarifas diseñadas para apoyar el esquema de subsidios cruzados del organismo operador sin entregar a esta institución el diferencial sobre el costo medio, el cual debería servir para soportar a los usuarios domésticos servidos.

Los servicios de agua potable y saneamiento son extremadamente sensibles a la economía de escala y la posibilidad de autosuficiencia y capacidad de buen servicio, íntimamente ligadas, pasa por la oportunidad de la administración integral de todos los servicios que por ley deberían corresponderle y tener la posibilidad de comercializar en beneficio de sus usuarios, las aguas residuales tratadas que, sin haberse vertido a cauces federales, le corresponden por derecho de la concesión de las fuentes de abastecimiento.

En resumen, las zonas industriales son abastecidas por el Estado y el agua vendida con las tarifas del organismo sin que su superávit vaya al organismo, las plantas mayores de tratamiento de aguas residuales son operadas por el estado, la operación la paga el organismo operador y el estado vende el agua tratada a CFE y su importe no se devuelve al organismo. El agua tratada por las plantas que opera el organismo, son para riego de parques de recreación operados por el estado, sin aportación para la operación.

Con toda esta situación llena de irregularidades y contradicciones se navegaba hacia un naufragio previsible ante la amenaza de la situación política. El gobernador de un partido profundamente populista, el municipio de otro partido y con pretensiones de avance político, situación poco deseable para el gobernador. Ante el necesario planteamiento de una tarifa al menos para operar y mantener funcionando el organismo, el gobierno del estado desató una campaña contra el organismo operador por su “insensibilidad ante las necesidades de los más necesitados, ¡claro!, porque el equipo a cargo de los servicios no es de personas naturales del estado, sino de un estado vecino y ni siquiera dan buen servicio”. Campaña para desprestigio del municipio que pretende recuperar en las próximas elecciones.

Renuncia el director, siguen los ataques. ¿A alguien le interesa el servicio? Solo un episodio más en la historia de anecdotario de los sistemas de agua y saneamiento de México. Un reconocimiento a mis amigos que buscan trabajar por un mejor servicio.

¿Y el derecho humano al agua? ¿Y la tan meneada LGA traerá lo suficiente para resolver estos absurdos? ¿Estos son los beneficios de la alternancia? ¿Habrá una política de agua y saneamiento en este México nuestro?

¡Feliz Navidad!

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6 comentarios

Sergio lira 25 diciembre, 2022 - 6:21 pm

Excelente comentarios ojalá y reflexione la gente .

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Germán orlando lopez 8 enero, 2023 - 7:56 pm

Como siempre Ingeniero. Dando muestras de conovimiento e interés por el servicio del agua

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Germán orlando lopez 8 enero, 2023 - 7:56 pm

Como siempre Ingeniero. Dando muestras de conovimiento e interés por el servicio del agua

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Miguel Zar 26 enero, 2023 - 8:14 am

Saludos Ingeniero, soy el delincuente jajajaja Miguel, excelentes comentarios, espero que este de lo mejor!

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MARTHA 3 febrero, 2023 - 3:48 pm

ESCELENTE COMENTARIO COMO NOS HACE FALTA

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JOSE ANTONIO GUTIERREZ Z 1 junio, 2023 - 3:29 pm

Como siempre mi buen amigo, es un excelente comentario con un conocimiento real de lo que sucede.

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