Los bebederos de León

por Emiliano Rodríguez Briceño
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Mis primeras experiencias con bebederos, fueron  esos aparatos que vi por primera vez en la frontera norte, del lado de los Estados Unidos, en centros comerciales cerca de los baños, de acero inoxidable y con agua para beber incluso enfriada, en los que las primeras veces casi me lavaba la cara por la presión al abrir sin control la llave de agua, muy diferentes de los que a veces me encontraba en algunas escuelas, de loza que fue alguna vez blanca, cubiertos de sarro y en algunos casos hasta con basura, asquerosos que parecían excusados volteados en miniatura, se me antojaba una práctica poco sana y muy difícil de mantener en nuestros sistemas sin el proceso de cuidado y lujo relativo de los del otro lado de la frontera.

Pero tuve la posibilidad de visitar diferentes países de Europa y en la mayoría de las ciudades es frecuente encontrarse bebederos en muy diferentes sitios y de las formas más variadas. Desde el simple grifo, muy parecido a nuestras llaves de manguera, hasta verdaderas obras de arte en bronce y mármol. Pero todas con dos características comunes: un área para colectar y disponer del agua sobrante y todos con la salida del chorro de agua hacia abajo y todo cobró más sentido. Permitía lavarse las manos y tomar el agua en la mano ahuecada o inclinando la cabeza para tomar directo del chorro. Lo más que se encontraba en los peores casos era agua salpicada y se antojaba mucho más higiénico, aunque no se observara la necesidad de un mantenimiento excesivo. Me impactaron en forma especial, uno en Estambul en el desembarcadero del lado asiático, como una fuente minúscula con una meseta, todo de mármol y las llaves de bronce y por otro lado, los de Italia y España en bronce, que parecían pequeños monumentos, hasta el de la fuente de Canaletas en Barcelona, sobre las célebres Ramblas, con su conseja de que quien toma agua de la fuente de Canaletas regresará nuevamente a Barcelona.

Bebederos de Estambul en Asia y de París

Como operador de un organismo de agua potable era consiente de que llegar a poder instalar bebederos en una red requeriría al menos mantener la presión en la red de forma constante y garantizar la calidad del agua sin contaminación de microorganismos manteniendo un muestreo frecuente y validado por un laboratorio confiable y reconocido. Que tuviéramos un problema y que se presentara alguien con una muestra del agua de un bebedero que probara estar contaminada o sucia, representaría un tropiezo fatal con serias consecuencias de tipo político y social para el organismo y para mi en lo personal, así como la pérdida de credibilidad del organismo. A fines de 2009, en SAPAL León habíamos construido un laboratorio de calidad del agua potable y residual en toda forma y su trabajo estaba acreditado ante la EMA, siendo en el Bajío el mejor y más completo laboratorio en su tipo. Por otra parte, el trabajo sobre la sectorización en toda la ciudad ya nos permitía mantener una continuidad del servicio en más del 90% de las redes y mantener una atención de fugas muy efectivo. Teníamos las bases para intentar dar servicio con bebederos en la ciudad.

Bebederos en París y Roma

Debíamos solucionar que tipo de bebederos, su resistencia a la vandalización posible, dónde colocarlos y cómo operarlos y mantenerlos. Pasar por la aduana del Consejo Directivo que no dejaron de poner objeciones por los riesgos que enfrentaríamos en un proyecto que nadie nos estaba pidiendo en realidad, por el agua que se podría desperdiciar y cómo cuantificaríamos el beneficio real. Los convencimos y pasamos también por el Ayuntamiento en donde encontramos el apoyo del presidente municipal, quien nos pidió que colocáramos bebederos en las estaciones de transferencia entre el servicio de autobuses urbanos y el del ómnibus múltiple conocido como la oruga.

Font de Canaletes, Ramblas de Barcelona

En este proceso tuve el apoyo fundamental del Arq. Ernesto Lozano Loza quien hacía trabajos de diseño de varios de los edificios de SAPAL y que, entusiasmado con la idea, no solo proyectó las instalaciones necesarias para la instalación de los bebederos, sino encontró a los fabricantes en España especializados en los modelos de bronce y quienes habían fabricado la célebre fuente de Canaletas de Barcelona. El mismo nos sirvió de contacto y contratándolo con él, pudimos importar los diferentes modelos de acuerdo con el sitio en que serían instalados.

En la primera etapa planeamos instalar dos en el Jardín Principal o Plaza de los Mártires del 2 de Enero frente al palacio municipal, uno en la Plaza Fundadores, contiguo al palacio municipal, tres en las estaciones del SIT San Jerónimo, San Juan Bosco y Delta, y uno en la Plaza Benedicto XVI frente a la Catedral. Se agregaron las de la Plaza del Mariachi, la plaza del Templo Expiatorio y la Calzada de los Héroes.

En la entrada de las oficinas de SAPAL instalamos uno tomando en cuenta que era el paso de los alumnos de la escuela instalada a un lado de nuestro terreno y pronto fue casi parada obligatoria para llenar botellas de agua.

Celebrando al Barça en la fuente de Canaletas, Barcelona

El arquitecto diseñó para cada bebedero una reja de fierro fundido circular sobre una base de grava para recoger el agua que se derramara y que permitiera derivarla por una tubería hacia el drenaje. Para cada bebedero se instaló una toma domiciliaria con medidor, con el objeto de cuantificar el agua de la que se dispusiera a través de éste.

Trabajos de fundición de la fuente de la Calzada de los Héroes

Para la Calzada de los Héroes pensamos en que debía ser un bebedero especial dadas sus características icónicas. Por las pláticas del arquitecto con los fabricantes, supo que tenían los moldes originales de la fuente de Canaletas en Barcelona y surgió la idea de hacer un lugar verdaderamente especial, se encargó la fabricación del bebedero y se presentó el proyecto al presidente municipal. La fuente de Canaletas (font de Canaletes, en catalán) es todo un símbolo de Barcelona. Además de ser el punto de encuentro para los seguidores del Barça cuando hay que celebrar una victoria, la leyenda dice que quien bebe agua de esta fuente, siempre regresa a Barcelona. Por eso es muy típico hacerse una foto bebiendo de los surtidores de la fuente de Canaletas.

La fuente de la Calzada ya instalada

Para su localización se definió la parte central de la Calzada, con   la ventaja de ser un punto intermedio de parada desde donde se visualiza el Arco hacia un lado y hacia el otro, el nuevo puente peatonal construido para dar continuidad peatonal a la Calzada.

Ya instalados los bebederos comenzamos a colectar experiencias que seguramente el tiempo ha multiplicado. La gente de Operación hizo reportes sobre que la gente se lavaba las manos. Se observaba al personal le limpieza urbana con sus uniformes naranja, lavar sus botellas de plástico para llenarlas de agua. Los niños fueron de los primeros usuarios. Las familias de paseo también llenaban botellas. Y también había basura que tapaba los resumideros. Contratamos con la empresa que los instaló, revisarlos, limpiarlos y mantenerlos dos veces por semana y el personal del laboratorio levantaba 3 muestras bacteriológicas al día para garantizar la calidad del agua. Se observó que el consumo por bebedero era muy pequeño, no rebasaba los 10 m3 por mes.

Bebederos en las plazas Benedicto XVI y el Templo Expiatorio

Fue una de las experiencias más gratificantes y considero que es uno de los medios de contribuir al cumplimiento del derecho humano al agua, que seguro incide en ahorro familiar de quienes de paseo o por trabajo pueden dejar comprar agua embotellada.

Uno de los proyectos que dejé en el morral al salir de SAPAL, era colocar un bebedero, desde luego más sencillo, en cada colonia, lo que aparte de su función original, permitiría la suspensión del servicio a los usuarios morosos sin faltar al derecho humano al agua, permitiendo el acceso a distancias menores de 600 m.

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